Primero fue el maravilloso concierto de música clásica del martes pasado en el Auditorio de la Saramago, como os contábamos en la última entrada.
Y el viernes, para sorpresa de todos, los chicos/as de 1º Bachillerato de Artes Escénicas nos deleitaron con una divertida, rítmica y sonora performance musical.
Sentados a una larga mesa, con vasos de plástico en la mano, nos encontramos a los chicos y a la profesora de música, Esperanza, al comienzo del recreo, en pleno centro del hall, como si de los preámbulos de un gran banquete se tratara.
Pero la degustación no iba dirigida a los estómagos (aunque pensándolo bien, por qué no), sino a nuestros oídos y a nuestra vista: pues estos jóvenes artistas, que no se andan con remilgos a la hora de aceptar cualquier participación en espectáculos de muy variada catadura o muestras de cualquier tipo, ya sean teatrales, musicales, bailes...
Tampoco supieron ni quisieron decir que no a esta oportunidad de mostrar sus capacidades rítmicas. Y con solo sus voces y el sonido de sus vasos, produjeron dos divertidos números musicales.
La verdad, fue sorprendente y divertido.
Además sus coreografías, gestos y voces nos hicieron, cuanto menos, sonreír.
Desde luego, por nuestra parte, no creo que Santa Cecilia tenga queja ninguna,
pues se le ha honrado con creces.
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