Y ahora nos tocaba a nosotros demostrar nuestra valía encima de un escenario.
Fue el día 31 de octubre, con ocasión de la fiesta de Hallowen, cuando llevamos a cabo la representación de una obra llamada LA ESPADA DE LOS CINCUENTA AÑOS, una versión para teatro, realizada por mí, de una novela homónima, de Mark Z. Danielewski.
Desde el principio el proyecto se presentaba difícil, pues la obra en sí misma, ya lo es. Así que, ya solo la adaptación, se llevó su tiempo y unos cuanto sudores.
Una vez que estuvo hecha, me rodee de un equipazo para que me ayudara con la escenografía, los aspectos técnicos (luz y música) y el vestuario. Y no me falló.
Mi equipo estaba formado por Diego Álvarez Romero y sus alumnos de Escaparatismo y de Diseño de Interiores, quienes se ocuparon de la Escenografía, por Pedro Tornero y su hermana, Verónica, que se ocuparon del vestuario de los dos protagonistas, por Fernando Tello, que hizo magia con la luz y la música, Juan Prats, que nos ha regalado unas fotografías maravillosas y por Toni Belmonte, que nos diseñó un cartel fino fino.
Y, por supuesto, por mi estupendo elenco de 15 actores, los 15 flamantes alumnos que forman este año el Taller de Teatro de primero de Bachillerato, que demostraron unas ganas, una valentía, un talento y una seriedad fuera de lo común. Y gracias el esfuerzo de todos ellos y a varios ensayos interminables por la tarde, aparte de los de la mañana, conseguimos contar la terrorífica y extraña historia de la ESPADA.
Para muestra, aquí os dejo las fotos que Juan Prats nos ha pasado. Son realmente bonitas
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