Este curso casi postcóvit ha empezado con fuerza. Teníamos ganas de escenario y hemos ido a por todas: implicando a media Escuela para llevar a cabo nuestras peculiares DANZAS DE LA MUERTE: a las profesoras y alumnos de dibujo diseñando máscaras y cubos; a la profesora y alumnos de PDO haciendo la escenografía; a la profesora y alumnos de música poniendo la banda sonora; a uno de nuestros más queridos profesores de diseño, Antonio Belmonte, diseñando unos carteles maravillosos; a los profesores y alumnos de audiovisuales grabando vídeos; a los de fotografía, haciendo fotos; a nuestra querida compañera y amiga, Manuela Martínez, publicando todo en las redes..)
Y no nos arrepentimos: el resultado fue espectacular y lo pasamos de miedo.
Basándonos en la idea de las antiguas DANZAS DE LA MUERTE, aparte de plagiar el título, diseñamos una serie de cuadros o escenas, que siguiendo un hilo argumental, cuya protagonista era la MUERTE, nos hacía partícipe de una concentración de un numeroso grupo de almas en pena (alumnos de Artes Escénicas y Música, de 1º y 2º Bachillerato) que se disponía a llevar a cabo la celebración de su fiesta anual, y se consolaban mutuamente oyendo y compartiendo las penas propias y ajenas, bailando al son de un piano o cantando sones que traspasaban el alma.
Al final de todas estas intervenciones, brillantemente ejecutadas por los actores, cantantes y bailarinas, la Muerte (interpretada de forma magistral por Belén García Doménech, de 1º B) nos recordaba que ella siempre está acechando y que, por eso mismo, debemos vivir cada momento como si fuera el último y nos exhortaba a disfrutar al máximo cada minuto de nuestra vida. Por ello, su mandato final era: DANZAD, DANZAD, MALDITOS!
Y eso hicimos, efectivamente, todo el mundo nos pusimos a bailar como locos, al compás de un clásico: Thriller de Michael Jackson. Y la fiesta se extendió hasta la calle, donde la alegría de estar vivo se nos contagió de unos a otros.
¡Qué hermosa es la vida cuando se disfruta y cuando se es consciente de que es frágil! Así que, CARPE DIEM para todos.
En la EA late un corazón muy poderoso y sus tentáculos no cesan de tejer planes. Sabréis de nosotros muy muy pronto.
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