sábado, 5 de noviembre de 2022

EL HOMBRE SIN TIEMPO

                                            

Los que amamos el teatro procuramos no perder ninguna oportunidad de disfrutar de las obras que llegan a nuestra pequeña ciudad. Sobre todo, si esas obras se representan en el EA Teatro!, sala independiente, cuyos miembros son grandes amigos nuestros, a la par que grandes artistas.

Así pues, Jose Zafrilla, uno de estos miembros talentosos, que gestiona todo el tema de las entradas, aparte de actuar en muchas de las obras que ahí se representan, a sabiendas de que siempre estoy abierta a sus propuestas, se puso en contacto conmigo para hablarme del HOMBRE SIN TIEMPO, una obra, cuyo guion está inspirado en la historia real de un famoso músico inglés, Clive Wearing, que sufre (pues a día de hoy sigue vivo) una de las peores amnesias que existen: solo tiene una memoria de 7 segundos. No recuerda nada de lo ocurrido antes, solo puede seguir una conversación (por ejemplo) durante esos únicos 7 segundos. Sin embargo, su talento musical sigue incólume. 

Pues bien, sobre esta base argumental, el guionista de este joven compañía TEATRO A DESTAJO, trazó una historia protagonizada por un baterista, cuya mujer había renunciado a todo para cuidarlo. El mismo guionista representaba a un cámara,  que estaba grabando un documental sobre este sorprendente caso, con el oscuro deseo de conseguir la fama  descubriendo en esta historia algo truculento. Deseo que se ve frustrado y que cambia su percepción de la vida. 




Por supuesto, nuestras expectativas (las mías, la de mi compañera Inés Barba y la de los  93 alumnos de 1º Bachillerato) no quedaron defraudadas: la obra es genial. Los actores se mueven y hablan, metidos en la piel de ese  extraño trío, con una naturalidad y un saber hacer sorprendentes. Aparte de  que el actor que hace del hombre sin tiempo, es a la vez un extraordinario baterista que nos deleitó con su arte durante el desarrollo de la obra y después, por petición de los alumnos.

Una vez acabada la función, comenzó un interesante coloquio, alumnos-actores (más el técnico de luces, cuyo trabajo fue extraordinario, pues el papel de la luz es muy relevante en esta obra) que amenazaba con extenderse hasta el infinito y más allá.

                                       


                                       


Cuando conseguimos sacar a los alumnos de la sala, les hice una foto junto a los actores.


         



Una mañana muy bien echada, por cierto.

O, 

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