jueves, 8 de diciembre de 2022

25N


El 25 N, día intermacional Contra la Violencia de Género, la liamos parda en la EA.

Se convirtió en el espectáculo más largo que habíamos representado hasta ahora. Digo espectáculo, pues se trataba de varias intervenciones, que tocaban varias ramas del arte: desde la creación de una pintura en directo, 









hasta el recitado de poemas feministas, extraídos todos ellos de la Antología de poetas latinoamericanas ( Y la culpa no fue mía), pasando por la canción de temas reivindicativos que animaban a continuar con la lucha de la mujer hacia la igualdad y a romper con su pasado lleno de violencia y malos tratos. 









También se leyeron testimonios reales, que los días previos al día 25, la gente había ido depositando en una urna morada, de forma anónima. De esos testimonios se eligieron tres y fueron leídos en el escenario. Posteriormente, las chicas que los leyeron los quemaron, para que el fuego purificador trajera para el futuro otros testimonios totalmente opuestos a los que se leyeron. 
     
                                    

Y acababa con  una performance, que ponía los pelos de punta. 


Un grupo de seis chicas salían de fiesta y bailaban como locas, disfrutando del momento, como debe ser, pues están en plena juventud

De pronto, en pleno éxtasis, sentían como una llamada, un pálpito oscuro, que les hacía parar sus bailes y entrar en una especie de shock que les obligaba a caminar de una en una (seguidas por un actor que, portando un farol iba iluminándolas para que se vieran sus heridas, hematomas...mientras ellas se iban desnudando, antes de entrar en un espacio claustrofóbico y lleno de violencia. Todo ello, al ritmo de los insultos, amenazas y golpes que nuestro gran Pedro Duro, alumno de 1º de Escénicas, había grabado previamente.)


                               

Una vez dentro de ese espacio, completamente asfixiante, ellas dramatizaban los golpes, la ansiedad, la angustia, el miedo, el dolor....que les producía esa situación tan violenta y de la que no podían escapar.



Al final, dos chicas salían a leer sendos textos que hablaban de la libertad y animaban a continuar la lucha todas juntas. La foto de abajo refleja sus figuras con el puño en alto, simbolizando esas ganas de cambiar el mundo. 



Para terminar, ellas desgarraban la membrana que les rodeaba por todos lados, y salían liberadas y cantando una canción,  Venganza, de NIcky Nicole, mientras el resto de chicas se les unía.

Como prueba de la fuerza que tuvo la performance, solo os puedo decir que todo el mundo acabó emocionado y conmocionado, como así indicaban sus lágrimas. Ese día todo el mundo lloró. Incluso las actrices. 

Por cierto, se me olvidaba decir, que aparte del buzón morado, también se creó un muro, donde se iban poniendo mensajes en contra de la violencia machista. 


Este año, la verdad es que nos lo curramos. 

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