El día 9 de enero, tuvimos la suerte de poder asistir a un montaje teatral de lo más original en la Saramago, al que fuimos invitadas por Ángela Ponce, una exalumna muy querida por mí y una chica verdaderamente especial.
La obra, resultante de una Creación colectiva llevada a cabo en la Esad de Murcia, contaba con seis actrices y jugaba con la expresión corporal, no había texto. Todos sus movimientos, muy bien coreografiados, por cierto, estaban acompañados por una música excelente y por textos proyectados.
El sentido de la misma era el agotamiento que conlleva el vivir en una sociedad donde impera el estrés y la monotonía diaria.
Desde luego, estas chicas tienen mucho futuro
en este tipo de teatro postmoderno.
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